domingo, 10 de abril de 2016

TEMA 10. MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE MEDIADOS DEL SIGLO XX

Las migraciones son los movimientos de población en el espacio. En España, las migraciones interiores y exteriores han sido un hecho decisivo que sigue condicionando las características actuales de la población.
Las migraciones interiores son los movimientos de población dentro de las fronteras del país. Las migraciones interiores tradicionales (desde finales del siglo XIX hasta 1975), existían dos tipos: estacionales y temporales para realizar tareas en la construcción, la industria, los servicios; o el éxodo rural, que pasó por diferentes etapas:
·         A principios del siglo XX no es tan numerosa.
·         Durante la Guerra Civil y la posguerra el éxodo rural se estancó puesto que en el franquismo se fomentó la permanencia de la población rural en el campo.
·         Entre los años 1950 y 1975, el éxodo rural alcanzó su mayor volumen por el crecimiento demográfico; la crisis de la agricultura tradicional por la mecanización y el auge industrial y el desarrollo del turismo, que crearon puestos de trabajo. Los lugares afectados fueron la zona del Mediterráneo (desde Girona hasta Alicante), la zona del Ebro (País Vasco, Navarra, Zaragoza y Tarragona), Madrid y las islas Canarias y Baleares.
·         Desde 1975 el éxodo rural decayó. Con la crisis se produjo una reconversión en el sector industrial que disminuyó la inmigración a destinos como Cataluña, País Vasco o Madrid. Por otro lado, las áreas emigrantes se vieron favorecidas ya que se  redujeron las salidas.
·         Actualmente el éxodo rural alcanza valores muy bajos puesto que los emigrantes de áreas agrarias más deprimidas se dirigen a centros de actividad de su provincia o comunidad autónoma. No obstante, podría aumentar debido a la modernización agraria.
Las migraciones interiores tradicionales, especialmente el éxodo rural, han tenido numerosas repercusiones como el vaciamiento en el interior y grandes densidades en la periferia, la masculinización, que dificulta crear nuevas familias y el envejecimiento que, al marcharse los jóvenes, los lugares dejan de ser productivos.
Las migraciones interiores actuales se dan desde finales de la crisis de 1975 y tienen características muy distintas.
·         Los motivos por los que se produjeron fueron laborales, residenciales y retorno al lugar de procedencia.
·         Los flujos son pluridireccionales y con mayor diversidad de áreas. Los emigrantes no solo proceden del campo, sino de municipios urbanos y se desplazan a municipios de su propia comunidad autónoma o ciudad.
·         El perfil de los emigrantes es más diverso.

En la actualidad existen diferentes tipos de migraciones interiores:
·         Migraciones laborales: principalmente protagonizadas por jóvenes. Estas pueden ser:

o   Migraciones hacia provincias de otras regiones, que se ralentizan y originan diferentes saldos migratorios: saldo positivo, como las principales áreas del Mediterráneo (excepto Barcelona) y el valle del Ebro (excepto Zaragoza); o alternativamente positivos y negativos, en la primera mitad de las décadas de los 80 y los 90 se adoptan saldos migratorios positivos porque se agotan los contratos temporales y se recuperan los emigrantes. En cambio en la segunda mitad de etas décadas, los trabajadores emigran a trabajar al sector terciario en áreas más dinámicas. Y los saldos negativos lo tienen provincias inmigratorias que lo han invertido como Madrid, Barcelona o Zaragoza, y provincias tradicionalmente emigratorias como Burgos, Teruel o Asturias.
o   Las migraciones intrarregionales e intraprovinciales crecen porque las comunidades autónomas promocionan su comunidad.
o   Las migraciones intramunicipales han cambiado. Los grandes municipios urbanos y capitales provinciales tienen ahora saldo negativo por la difusión de población y actividades hacia municipios urbanos medianos y pequeños, e incluso hacia municipios rurales, que muestran saldo positivo.
Esto tiene como consecuencia el crecimiento de los desequilibrios demográficos y económicos entre las diferentes provincias y comunidades autónomas.

·         Migraciones residenciales: responden a jóvenes y clases medias que buscan viviendas baratas y de calidad medioambiental. Por eso se trata de migraciones entre la ciudad central y la periferia. En algunos casos se da hacia provincias vecinas más baratas como de Madrid a Guadalajara.
Esto tiene como consecuencia el sobreenvejecimiento de las áreas urbanas e incrementan la población de las periferias receptoras.

·         Migraciones de retorno: suponen la vuelta de población a las áreas emigratorias. Hay dos tipos: emigrantes que regresan a su lugar de origen y una corriente minoritaria que abandonan la ciudad trasladándose a las áreas rurales.
Esto tiene como consecuencia el retorno de emigrantes produciendo así el sobreenvejecimiento en las zonas receptoras de jubilados y la creación de actividades nuevas para los jóvenes. La instalación de jóvenes en las zonas rurales más despobladas puede influir beneficiosamente para el mantenimiento de escuelas.

·         Movimientos habituales:   desplazamientos periódicos por motivos de trabajo, que ocasionan movimientos pendulares entre el lugar de residencia y el trabajo; y por ocio, que provoca movimientos de fin de semana y turismo.
Los movimientos pendulares tienen como consecuencia los problemas de circulación y en lo referente al ocio, un incremento de ingresos en las zonas receptoras.

Por otro lado están las migraciones exteriores, que son los movimientos de población fuera del país. Desde mediados del siglo XIX hasta la crisis de 1975, España fue un país de emigrantes. Esta población se dirigió sobre todo a América Latina aunque también a otros lugares como EEUU. En la emigración transoceánica se distinguen dos etapas:
·         Esta la etapa de auge que comprende desde mediados del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial. Desde la conquista de América, España había llevado gente a estos países aunque a partir de mediados del siglo XIX la situación cambio:
-          Los países latinoamericanos necesitaban inmigrantes para poblarse, explotar sus recursos económicos, construir grandes infraestructuras y había falta de formación en América. Por ello, facilitaban la inmigración.
-          España limitó los obstáculos de emigración sirviendo la salida para hacer frente al atraso agrario y a la escasa industrialización. La procedencia de los emigrantes era sobre todo de Galicia, Islas Canarias y Asturias y su destino principal era Argentina, Cuba y Brasil, ya que ofertaban trabajos con abundante mano de obra.
·         La emigración transoceánica decayó entre las dos guerras mundiales. Las causas fueron:
-          La inseguridad generada por la Primera Guerra Mundial. Tras ella, la emigración se reanudó.
-          La crisis económica de 1929 afectó a los países latinoamericanos, lo que limitó la entrada de inmigrantes.
-          La guerra civil española y la posguerra ocasionaron escasez de transporte y dificultades para salir al exterior.
·         Entre 1945 y 1960 la migración transoceánica se recuperó, aunque sin alcanzar las cifras de principios de siglo. Las causas que lo facilitaron fueron la autorización de salir libremente de España, el levantamiento del aislamiento internacional por parte de la ONU y el cambio de actitud de EEUU respecto al régimen de Franco. La procedencia de los emigrantes seguía siendo mayoritariamente gallega y canaria; en cambio, la asturiana decayó por los puestos de trabajo que ofrecía la nueva siderurgia en Asturias. La emigración familiar adquirió más peso y elevó el nivel de cualificación de los emigrantes.
·         Desde 1960, la emigración transoceánica descendió al iniciarse el declive de la economía latinoamericana y las emigraciones europeas. Actualmente las cifras son muy bajas.
La emigración europea tuvo tres etapas:
·         Hasta mediados del siglo XX fue una migración escasa y estacional.
·         Entre 1950 y 1975 ocurrió el mayor auge de la emigración europea permanente, lo cual derivó diferentes causas:
-          Por parte europea, la rápida reconstrucción económica tras la II Guerra Mundial favoreció una amplia oferta de empleo que no podía cubrirse con trabajadores propios.
-          Por parte española, la emigración se vio estimulada por el fuerte crecimiento demográfico, el excedente de población agraria a causa de la mecanización, la insuficiente industrialización y la desaparición de las ventajas de emigración ultramarina.
La procedencia de los emigrantes era especialmente Andalucía y Galicia siendo un personal poco cualificado y su destino prioritario fue Francia, Alemania o Suiza.
·        
      A partir de 1973, la emigración permanente a Europa decayó. La crisis económica provocó paro en los países de Europa occidental y muchos emigrantes regresaron. Desde entonces, la emigración española a Europa se mantiene en cifras bajas aunque ha habido un repunte de emigración de personal más cualificado por la crisis de 2008 a países como Alemania y Países nórdicos.
Las consecuencias de las emigraciones exteriores son:
·         Demográficas: desequilibrio entre ciudades del reparto de población.
·         Económicas: fueron positivas, aliviaron el crecimiento natural, el paro y los emigrantes ayudaron a financiar el desarrollo económico español y a reducir el déficit comercial; y negativas, la emigración no favoreció a las áreas emigrantes porque no se desarrollaron económicamente y cuando volvieron a España tuvieron que ir a ciudades más desarrolladas para encontrar trabajo.
·         Sociales: sus trabajos estaban en condiciones laborales pésimas y tras la crisis de 1973 fueron despedidos haciendo eso que tuvieran que volver a su país de origen sin cualificación, lo cual les complicó de nuevo encontrar trabajo.
En la actualidad, España no es un país de emigrantes ya que la mano de obra ha adquirido mayor formación, ha aumentado el nivel de vida y hay mayor competencia de los inmigrantes de países menos desarrollados por conseguir trabajos peor remunerados.
Por otro lado nos encontramos con la inmigración extranjera. Desde mediados de 1980 y, sobre todo, desde 1995, España está recibiendo un elevado volumen de inmigrantes. En 2008, la población extranjera superaba los 5,2 millones de personas (nacionalizados, legales e ilegales).
Las causas de la inmigración son:
·         En España se necesitaba mano de obra, sobre todo de baja cualificación (temporeros agrarios y servicios personales), a partir del desarrollo económico de 1995 y hay ciertas medidas que han atraído a inmigrantes como las regularizaciones de ilegales. Además, la proximidad de España y África la convierte en la puerta principal de entrada a Europa; los lazos histórico-culturales con América Latina favorecen la llegada de personas de esta procedencia.
·         Los inmigrantes extranjeros llegan por motivos económicos (posibilidad de trabajo) y motivos políticos (falta de derechos políticos).

La procedencia de los inmigrantes mayoritariamente europea hasta 1996 sobre todo de países del este (Rumanía y Bulgaria). Desde entonces predominan los inmigrantes extracomunitarios procedentes de África (Marruecos), Iberoamérica (Ecuador y Colombia) y Asia (China). Su destino principal son las comunidades con grandes centros urbanos y de servicios: Cataluña, Madrid, C. Valenciana, Baleares y Canarias. 
Actualmente la llegada de inmigrantes se ralentiza por la crisis y el número de inmigrantes ha  bajado.  
El perfil de los inmigrantes varía según su procedencia:
·         Los comunitarios son jubilados que se van a vivir a las zonas de mejores condiciones climáticas o adultos en busca de trabajo.
·         Los extracomunitarios  son jóvenes que acuden a España por motivos económicos (carencia de recursos y trabajo en sus países de origen) o políticos (persecuciones políticas, raciales o religiosas). Realizan trabajos de baja cualificación en el sector servicios, construcción, agricultura, minería, pesca y sector doméstico.
Las consecuencias de la inmigración  son:
·         Demográficas: los inmigrantes contribuyen decisivamente al crecimiento demográfico evitando el decrecimiento demográfico, especialmente en las comunidades con crecimiento natural negativo, aunque van a comunidades más pobladas porque hay más trabajo.
·         Económicas: la inmigración aporta población activa que desempeña las tareas más duras y peor remuneradas, colabora al crecimiento del PIB; aporta dinero a las arcas públicas y alivia la carga del gasto en pensiones. Además la inmigración se relaciona con algunos problemas como la pérdida de competitividad (la disponibilidad de mano de obra retrasa la modernización de ciertos sectores), la presión a la baja de los salarios y el aumento del déficit exterior debido al envío de dinero a sus países y el consumo de bienes importados.
·         Sociales: surgen actitudes xenófobas o racistas, condiciones laborales duras o las dificultades de integración.
España lleva a cabo una política de inmigración para que ésta resulte beneficiosa. Mediante la política de la UE sobre asilo e inmigración y la Ley de Extranjería española se pretende colaborar con los países emisores, la ordenación de los flujos migratorios, el impulso de la integración y la lucha contra la inmigración clandestina.




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